lunes, agosto 18, 2008

Hasta luego ¿?


Pues sí. Lo he intentado. Buscaba organizarme y tener algo de tiempo libre después del nacimiento de Noah. Ya sea por mi incopentencia, por ser novato en esto de ser padre o simplemente porque soy un desordenado en cuanto a tiempo se refiere, me ha sido imposible.
Empecé con el blog en una oficina. Dominaba mi trabajo y disponía de tiempo libre encubierto, así que me dedicaba a actualizarlo asiduamente. Después mi vida sufrió grandes cambios: - los que me habéis seguido lo sabéis - publiqué, encontré trabajo de profe, me casé, tuve un hijo... Algunos estaréis pensando que con un trabajo como el mío dispongo de un horario privilegiado y meses de vacaciones para hacer lo que me venga en gana y... es así. No miento al respecto, aunque cabe decir que el trabajo no acaba en el aula, en casa siempre me esperan un par o tres más de horas preparando faena, corrigiendo, redactando informes... y en las vacaciones algún que otro curso, pero sé que no es excusa. El problema llega cuando quieres escribir una novela. ETREUM me llevó lo suyo y no tenía las responsabilidades que tengo ahora. Además está el sentimiento de culpabilidad. Tirarme una tarde escribiendo implica relegar el niño a mi mujer exclusivamente, cosa que no es justa. Es un tiempo que se puede negociar pero también tendría que negociar el que paso conectado a blogs amigos, releyendo foros, actualizando correo, jugando alguna partidilla a algún juego, leyendo un libro, viendo una peli, tocando la guitarra o simplemente rascándome la barriga.
Éste no es un adiós definitivo - eso espero -, intentaré sacar ese tiempo porque necesito hacer mi vida y para ello cuento con escribir. Mi segunda novela está anclada en la página 16 desde el verano pasado. No quiero que vuelva a sucederme como con ETREUM. Quizá cuando logre organizarme con ella lo próximo sea el blog. No sé, el tiempo dirá.
Desde aquí os he seguido y me habéis seguido. No me he sentido tan solo y he intentado ayudar a los que me lo han pedido. También tengo que recriminar a aquellos que poseen una copia gratuita de mi novela - porque me cayeron bien o porque ganaron algún concurso - su ausencia de comentarios al respecto, pero bueno eso me pasa por novato y gilipollas.
Gracias a los que me habéis seguido, de vez en cuando yo también lo haré con vuestros blogs. No sé si mi silencio durará un mes, un año o más, sólo os lo comunico y espero que me entendáis. Y sí, Luis, un poco desilusionado por cómo ha evolucionado la marcha de ETREUM pero no derrotado.
Nos vemos, colegas. Un abrazo a tod@s.

martes, agosto 12, 2008

Cotidianos


Hablar de los libros de los demás siempre se me antoja una tarea complicada. No me refiero a expresar una opinión, de eso todos somos más o menos capaces, hablo de criticarlos. No me considero una persona capacitada para entrar en aspectos formales de narración, estilo, ritmo y demás, para eso ya están los filólogos. Así que entendamos esta entrada sobre como una reseña y opinión mundana de un lector más.

Cotidianos es un libro de cuentos. Un trabajo desarrollado en varios años y concebido a partir de una selección realizada por el mismo autor con la intención de conferirles un sentido, un nexo de unión. Para ello los agrupa en cinco apartados más uno compuesto de un único relato.

Luis Vea, a quien tuve ocasión de conocer personalmente, ha desarrollado mediante la escritura aquello que, alguna vez, todos hemos hecho: imaginar la vida de otros. ¿No os ha sucedido a veces, viajando en tren, en metro, en un restaurante, al cruzamos con alguien de aspecto curioso... imaginaros cuál será la historia del desconocido que tenéis delante? Seguro que sí. Para un escritor como Luis, la construcción de esas pequeñas historias pasa por una observación más profunda. Un escritor no recibe sólo una imagen a primera vista. Inconscientemente percibe los detalles y toma nota mental, o en papel, de qué le pueden proporcionar, Así encontramos en Cotidianos un gran trabajo sobre lo que puede albergar la vida de esos desconocidos con los que nos cruzamos a diario.

Son relatos dotados de imaginación pero verosímiles y algunos, ¿por qué no decirlo?, desconcertantes (Nicotina). Luis, coquetea con el sexo, con el amor, con el trabajo... Plasma de una manera, a mi entender, genial, fantasías que a todos se nos han pasado por la cabeza. Además, no sólo describe situaciones, como buen escritor, también refleja sentimientos.

¿Mis favoritos? En general el libro me ha gustado mucho y lo encuentro recomendable para todos aquellos que quieran leer cuentos desmarcados, del género que más los agrupa: la fantasía o el terror. Mar de recuerdos, La espera, Aria de soledad... Son relatos que a mí particularmente, me han dejado buen sabor de boca. Quizá porque han satisfecho algunas de esas expectativas que me he formulado ante la observación de una de esas situaciones de mi cotidianidad.

En fin, una lectura recomendable en todos los sentidos y que augura un gran futuro a otro de esos escritores que, a falta de un mecenas con mano en una de las “grandes”, no ha sido reconocido.

Ánimo, Luis. Sigue trabajando y haciendo lo que te gusta, eso siempre se transluce al leer tus páginas.

Un saludo.