domingo, enero 27, 2008

Plantar un libro, concebir un árbol, escribir un niño.

Estas fotos que veis aquí son las primeras de mi también primer hijo, Noah. Nació el día ocho de enero de este recién estrenado año. ¡Empiezo con fuerza!, no hay duda. Del parto qué puedo decir... No fue sencillo pero tampoco complicado. Digamos que se adelantó un poco a consecuencia de un poro en la bolsa, así que no hubo más remedio que acabar de romperla y esperar. Esperamos y esperamos alrededor de dieciocho horas. Mónica y el niño se portaron como dos valientes durante todo el proceso. El personal del Hospital de Sant Pau nos ayudó en todo momento y fueron los profesionales más humanos que pudiéramos desear.

Por fin llegó el enano acompañado de nuestra felicidad y arropado de mis babas (aún me las limpio con el dorso de la mano cada vez que lo miro). Algunas noches en el hospital y ya en casa más tranquilos y con tiempo para asimilar que esa cosita tan bonita es tuya.

No puedo describiros la sensación, muchos ya la conoceréis y entenderéis de qué hablo. Es algo que va más allá de las palabras. Hoy por hoy puedo decir que soy papá.

Siempre se ha dicho que hay tres cosas que cumplir en la vida: plantar un árbol, escribir un libro y tener un niño. La primera la hice en EGB, la segunda... ya conocéis esa aventura, la tercera llega con el inicio de este año. Ahora afronto nuevos retos con el ‘lastre’ de una nueva responsabilidad feliz. Un lastre liviano que me servirá de apoyo y referente para lograr nuevos objetivos en mi vida.

La duda: a ver cómo me lo monto para seguir con mi segunda novela entre pañales, llantos y demás... Suerte que de momento, Noah es un sol.

Saludos amig@s.