viernes, agosto 24, 2007

El mejor regalo del año


Esta que veis aquí es una eco del que será mi primer hijo. Ayer supimos que será (es) niño. Yo pensaba que iba a ser niña, uno de esos presentimientos absurdos, pero me equivoqué.
No hemos tenido que discutir mucho sobre el nombre. Siempre ha habido uno que nos gustaba aunque a alguna gente le parece raro: Noah. De hecho, a mí me gustaba tanto que se lo puse al niño protagonista de la que será mi próxima novela. Quizá lo hice porque pensaba, como ya he dicho, que iba ser una niña y así no habría problema, pero decididamente, no lo voy a cambiar.
Como os iba diciendo he vuelto a escribir en estas vacaciones. Poco, tengo que reconocerlo, aunque no sé explicar bien el porqué. Quizá sea porque la elaboración de ETREUM fue dura. Combinar la escritura con la vida cotidiana, como bien sabéis, no es nada fácil. Si encima se escribe a mano, como es mi caso, y luego se pasa a ordenador, la faena se duplica. Es una manía absurda pero no tengo portátil y me gusta trabajar desde cualquier sitio, así que una libreta es la solución.
También podría ser porque este último año ha sido especialmente movidito entre boda, publicación, viaje, cambio de trabajo y demás. Las vacaciones las he pasado en casa, excepto por tres días que huimos al Monasterio de Piedra en Zaragoza. Con esto quiero decir que necesitaba descansar y pasa lo que pasa siempre. Cuando intentas retomar algo ya sea hacer ejercicio, tocar la guitarra o escribir, cuesta ponerse. De todas formas, confío en que cuando vuelva a la rutina, la novela pase a formar parte de ella y me lleve el tiempo que me lleve, verá la luz.
He cambiado un poco de género. No abandono del todo la fantasía pero va a ser mi primera novela en la que he necesitado documentarme previamente. Se desarrolla en un campo nazi y de momento diré que los protagonistas serán un grupo de niños. La fantasía estará presente si bien no como en ETREUM. El contexto es real, no es un mundo imaginario en el que yo pueda dictar las reglas a mi antojo. Se me hace un poco raro carecer de esa libertad, pero por otra parte es excitante experimentar en otros géneros.
En cuanto a la metodología de escribir sigo con la fórmula de mi anterior novela. Me pongo y a ver hacia dónde me llevan los personajes. Luego ya la puliré, será cuando la pase a ordenador y en las horribles jornadas de revisión (¡qué pesadas son!).
En fin, que se presenta un nuevo curso escolar lleno de proyectos. ¡Ah! La AEN (Asociación de Escritores Noveles) me ha invitado a participar como ponente en el I Congreso de la AEN en diciembre. Allí explicaré algunas de mis experiencias para conseguir publicar sin pagar.
De momento a escribir y a esperar a ver a Noah en enero, el mejor regalo para acabar este año maravilloso y empezar uno nuevo lleno de expectativas diferentes.
Saludos a todos y gracias por vuestras cordiales visitas.